domingo, 21 de diciembre de 2014

Fiestas felices! (1-3)

Foto: EFE

Paco Jémez no pudo celebrar su partido 100 dirigiendo al Rayo con una victoria. La pillería de Sergio García al principio y al final del encuentro permitió que los blanquiazules sumaran su primera victoria a domicilio de la temporada y cerraran el año ratificando las buenas sensaciones que había ofrecido en las últimas semanas.

El partido tenía tintes raros desde que se conocieron las alineaciones. El Rayo, muy ambicioso, no renunciaba a continuas oleadas en ataque con un buen número de sus jugadores. El Espanyol, con Álvaro incrustado en el centro del campo en ausencia de Cañas, sancionado, la parcela central se la repartían Eric Bailly y Colotto. Algo parecido sucedía en el Rayo. Baena, durante muchos minutos se colocaba entre su pareja de centrales para ser el dueño del primer pase, del inicio del ataque local. 


En cualquier caso, el partido comenzó loco desde el inicio, con velocidad, intensidad y ganas en los dos equipos. El Rayo, atacando en oleadas que tropezaban en un Espanyol ordenado defensivamente y que apenas inquietaban a Kiko Casilla. De hecho, en la primera mitad, el meta blanquiazul sólo tuvo que repeler un mano a mano contra Álex Moreno y poco pudo hacer en el remate a placer de Baptistao que supuso el empate local.

Antes, sin embargo, el Espanyol tuvo ocasiones para hacer una brecha importante en el marcador. Sergio García se aprovechó de una indecisión en la salida de Cristian Álvarez para marcar a placer cuando apenas se llevaban ocho minutos de partido. Ese gol no frenó el dibujo de ninguno de los dos equipos ni alteró sus ánimos. El Rayo siguió a lo suyo y el Espanyol continuó acercándose con claro peligro a la meta del ex meta blanquiazul. Cada aproximación era un claro peligro. Cronológicamente, Sergio García, Eric Bailly y Colotto tuvieron opciones claras. Pero a cada fallo blanquiazul respondía el Rayo con velocidad en ataque y justo antes del descanso, cuando se acercaba el fin de los primeros 45 minutos, Baptistao cazó un rechace en el área para lograr la igualada y que la segunda mitad tuviera más incertidumbre. 

Y así fue. Sergio comenzó moviendo el banquillo muy pronto y el Rayo continuó con el ataque veloz, insistente y atribulado. Los ánimos de los aficionados locales se calentaron un tanto al pedir como penalti una jugada entre Arbilla y Álex Morero (que fue fuera del área) y que el colegiado ignoró por completo. La grada franquirroja respiró aliviada unos segundos después cuando una nueva indecisión entre C. Alvarez y Quini no pudo acabar de aprovecharla Montañés. 

Lucas intentó una jugada personal plagada de regates que murió en el borde del área cuando Insúa le arrebató la pelota en el último segundo. Sin embargo, la continuación de la jugada acabó con un centro de Sergio García que, esta vez sí, Lucas acabó cabeceando al fondo de la red. Quedaba un cuarto de hora y toda la incertidumbre en el ambiente porque el Rayo no se iba a dar por vencido y menos cuando Stuani vio la segunda amarilla por un contacto con Baena en el que el exblanquiazul teatralizó el golpe con el delantero uruguayo. 

El Espanyol se multiplicó en defensa y fue un muro. Sergio García, por su parte, seguía a lo suyo. El delantero blanquiazul fue un incordio y después de estar a punto de marcar en una contra ha sentenciado el partido con el tercer gol en el último minuto de partido Primera victoria de la temporada fuera de casa y tres puntos de oro para el equipo.

Fuente: rcdespanyol.com

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